
El panorama es grave y se tradujo en cierre de empresas, despidos y suspensiones. Cuál es el diagnóstico para el futuro y cómo influye la tecnología en la avalancha importadora.
La industria textil argentina atraviesa un momento crítico, como suele suceder cíclicamente según los vaivenes de la macroeconomía nacional. El panorama actual está caracterizado por una caída general del consumo masivo y una apertura importadora que deprime ventas y precios de los productos de fabricación nacional. Así, el círculo vicioso se realimenta con pérdida de rentabilidad, baja de producción y despidos de personal.
El sector textil, en especial el segmento de indumentaria, reviste además una condición especial que le da mayor exposición: es eje de debate entre los consumidores, que comparan precios de un mismo producto y marca entre Argentina y otros países donde se consigue mucho más barato en dólares, aunque a veces se pasan por alto algunas condiciones específicas que hay detrás del valor de cada prenda.