
La escasez de lluvias en la zona norte del dpto. Rosario Vera Peñaloza ha provocado un hecho sin precedente: desaparecieron varias vertientes naturales. Esta situación genera una preocupación mayúscula para los pobladores y productores de ganado caprino, ovino, bovino, porcino y aves de corral. “Si no llueve como en años anteriores, la fauna y la flora está en peligro”, expresó un vecino al diario digital El Cronista Chepes.
Desde hace varios meses, los pobladores de las localidades de Agua del Rosillo, Agua de Aguirre y Quebrada del Vallecito, con mucha preocupación ven cómo va disminuyendo el caudal de agua de los ríos que brota de las vertientes del cerro. Ya no quedan pozos, arroyos ni cascadas, que en su momento fueron una gran atracción para los turistas.
Las tormentas que aparecen de vez en cuando, al cabo de un par de minutos se convierten en viento seco, levantando polvaredas que se arremolinan en los campos resecos de la sierras del norte del dpto. Rosario Vera Peñaloza. Como consecuencia de este fenómeno los sedientos animales mueren de sed y de hambre por falta de pasturas.
Una vecina de la localidad de La Laguna contó a este medio que actualmente se abastecen de un delgado hilo de agua de una vertiente que agoniza, pero priorizan el vital elemento para el consumo humano y animal, dejando de lado las huertas y los cultivos.
El cambio climático afecta la vida diaria, las costumbres y las actividades de los pobladores. Los tiempos han cambiado y ya casi no queda gente que produzca quesos caseros, dulces, pasas de higo, pelones, nueces, ni tampoco las verduras orgánicas como el ajo, la cebolla, papa, lechuga, pimientos, sandia o melón, como ocurría en otros años de mayor prosperidad.
Del mismo modo ya no quedan los artesanos de cuero, quienes producían Lazos trenzados, riendas, bozales, cabestros morrales, inclusive catres para dormir, ni tampoco quedan mujeres tejedoras.
La falta de posibilidades de producción y desarrollo hace que la población rural emigre a la ciudad y con ellos desaparecen escuelas por falta de alumnos y el campo cada vez más despoblado de habitantes.
