Referentes de distintas religiones advirtieron a la dirigente política sobre «la alarmante falta de diálogo» y subrayaron que no pueden acercarse posiciones «con insultos, gritos y descalificaciones del que piensa distinto».
«Felices los que trabajan por la paz» es el título de la declaración conjunta firmada por líderes de distintos credos, quienes instaron a los candidatos presidenciales a fomentar «un diálogo responsable y comprometido».
“Como personas religiosas, y como seguramente les ocurre a muchas personas no creyentes de buena voluntad, nos preocupa la falta alarmante de diálogo entre las diferentes corrientes políticas y de éstas con la sociedad, como las PASO han puesto de manifiesto”, afirmaron.
En ese sentido, remarcaron que «no hay un país posible sin diálogo y no hay diálogo con insultos, gritos y descalificaciones del que piensa distinto».
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Con citas del Evangelio, el Sagrado Corán y el Talmud, el texto alertó a los postulantes presidenciales que «el voto no es solo un acto de elección», sino que también «puede ser un llamado de atención».
Por ello, consideraron que «la agenda política debe comenzar por la escucha atenta de la realidad» e indicaron que un resultado electoral «es un mensaje profundo que convoca a la reflexión y compromete con el bien del pueblo».
«Necesitamos imperiosamente del diálogo para la amistad social que haga del encuentro una cultura», insistieron los referentes religiosos, quien hicieron «un firme llamado a toda la dirigencia política, independientemente de sus afinidades partidarias, para que asuman la responsabilidad de presentar propuestas concretas y sustantivas, abiertas a un debate profundo e inteligente y a una colaboración comprometida, para afrontar los desafíos del presente, dejando de lado las estrategias que buscan el conflicto y el enfrentamiento estéril».
Los firmantes se comprometieron a fomentar “un diálogo responsable y comprometido”, al tiempo que recordaron que existen «principios innegociables, que sustentan a la sociedad y que no pueden ser soslayados: el cuidado de la vida, la preservación de la casa común y la opción preferencial por los más necesitados y desfavorecidos”.
«Fieles a nuestras distintas tradiciones y denominaciones religiosas, queremos ser una Patria de hermanos. Es nuestro deber con las generaciones presentes: construir hoy un futuro basado en valores solidarios y compartidos, en la incansable búsqueda del bien común», concluyeron.
El documento fue firmado por la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA); la DAIA (Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas); el Seminario Rabínico Latinoamericano; el CIRA (Centro Islámico de la República Argentina); la Iglesia Ortodoxa del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla; la Iglesia Siriana Ortodoxa de Antioquía; la Iglesia Apostólica Armenia; la FAIE (Federación Argentina de Iglesias Evangélicas); la ACIERA (Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la Argentina); el Consejo de Pastores de la Ciudad de Buenos Aires; el IDI (Instituto de Diálogo interreligioso); y el COMIPAZ (Comité interreligioso por la paz, de la provincia de Córdoba).