
Salvador Di Stefano, uno de los gurúes expertos en negocios y finanzas más escuchados por la City, advierte que «gane quien gane las elecciones presidenciales, no hay forma de lograr normalizar el flujo de pagos al exterior«, salvo que consiga un mega préstamo en dólares, lo que considera que «sería algo verdaderamente milagroso».
El analista señala que la deuda privada argentina es de u$s93.400 millones en este momento, de los cuales u$s55.400 millones corresponden a la columna de deuda comercial y u$s37.954 millones, a la financiera. Asimismo, dentro de la comercial, detalla que u$s36.939 millones es con importadores (u$s20.704 es con acreedores relacionados y u$s16.235 millones es con otros acreedores privados).
Indica que, teniendo en cuenta que las reservas del Banco Central (BCRA), hoy están en torno a los u$s22.000 millones y que el país padece falta de financiamiento genuino en un contexto en el que sumado a que la recaudación de octubre creció un 127,4% anual cuando la inflación estimada estaría en torno del 150%, «sin importar su signo político, el próximo gobierno no tendrá ingresos importantes de divisas hasta el mes de marzo o abril del año 2024» y considera que eso implica que Argentina pasará varios meses con escasez de dólares.
La recaudación pública: un problema
Así anticipa que, si la recaudación sigue cayendo, el próximo gobierno tendrá un grave problema, ya que los gastos son inflexibles a la baja y no se cuenta con crédito externo.
Para Di Stefano, un problema adicional es la salud fiscal de las provincias y señala que, «si bien hasta ahora no mostraron déficit fiscal, a futuro puede emerger con mucha fuerza». Y es que las provincias no tienen el mismo margen de maniobra que el Estado Nacional, no tienen Banco Central, y le resulta imposible acceder a crédito externo en un contexto en el que el crédito interno es escaso y caro.
En consecuencia, indica que, como todos los comienzos de mandato provinciales, seguramente haya una moratoria y suba de impuestos, pero para que estas medidas tengan efecto es necesario tiempo, «exactamente lo que les falta a los estados subnacionales para enfrentar los pagos de salarios y aguinaldo de fin de año», alerta.